Tras la Guerra Civil (3)

El final de la Guerra Civil dejó un país completamente controlado por el ejército de Franco, al que el resto de generales le habían asignado el papel de líder, en principio, solamente mientras durara la guerra. Sin embargo, tras la contienda, Franco no quiso ceder el poder y supo maniobrar entre sus aliados para mantenerse como dictador absoluto durante casi cuatro décadas más.

Esta dictadura supuso un fuerte recorte de libertades para sus ciudadanos: prohibición de reunirse, de expresarse libremente, de formar partidos políticos. Se formó un estado de religión católica a la que era obligatorio unirse y participar y contra la que no se podía opinar. 

A este periodo de la dictadura se le denominó "posguerra" o "primer franquismo". En el, se continúo con la represión de la oposición política que quedaba tras la guerra de diferentes maneras:

-Nada más terminar la guerra se firman leyes especiales para condenar a más de 400 000 supervivientes que se opusieron al golpe de estado. Las penas fueron desde la muerte, multas, destierros, incautación de bienes o inhabilitaciones profesionales). En la mayoría de los casos, no existían pruebas contra las personas condenadas.

-Se aplicaron consejos de guerra, no solo a militares sino también a civiles, a los opositores a Franco. Se les acusaba de "rebelión". Se calcula que se realizaron 50 000 ejecuciones, además de torturas a los implicados y a sus familiares.

-Hasta 1947, se crearon casi 200 campos de concentración para albergar a los prisioneros que no fueron ejecutados. Se calcula que más de 400 000 personas pasaron por estos campos. 

-Se formaron los batallones de trabajos forzados, por los que pasaron casi 50 000 personas a las que se les obligaba a realizar diferentes construcciones, como el Valle de los Caídos. Muchos de ellos murieron a causa de las malas condiciones en las que realizaban estos trabajos.

-Durante este periodo, las cárceles españolas estaban a rebosar. Algunas, pensadas para mil personas, contenían hasta diez veces más. Las condiciones eran pésimas, por lo que las muertes y las enfermedades estaban a la orden del día. Se calcula que la mayoría de presos eran presos políticos.

-Se aplicó una depuración de funcionarios, especialmente entre los maestros y los periodistas. Se les prohibió ejercer su profesión a todas aquellas personas contrarias al régimen y a la religión católica.

-La represión sobre las personas se completó con la confiscación de los bienes de las personas relacionadas con el bando republicano. Todo el patrimonio (edificios, locales, periódicos, cuentas corrientes, mobiliario, etc.) pasaría a ser propiedad del partido único que existiría en España: la Falange.

-Se prohibió el uso del resto de idiomas del país, que solamente podían ser usado dentro de las casas con las familias.

-Otras medidas fueron la censura de las comunicaciones (todas las cartas enviadas fueron leídas por el gobierno hasta el año 1948) y el control de movimiento, ya que no todo el mundo disponía de libertad de movimiento por el territorio, teniendo que solicitar permiso para viajar de una provincia a otra.

-Se prohibieron o censuraron todo tipo de películas y libros que el gobierno no consideraba adecuados para los valores tradicionales y cristianos que promulgaba. Entre ellos: el Lazarillo de Tormes, Guerra y paz, 1948, Rebelión en la granja, Crimen y castigo, La celestina, La casa de Bernarda Alba y La colmena (en el caso de la literatura) y Casablanca, Senderos de gloria, El gran dictador, Espartaco, Psicosis y Con faldas y a lo loco (en el caso del cine).